Perdonarás, estoy seguro, al tan recientemente nombrado Emperador de la Creación, por haber tenido tanto que hacer esa noche antes de tener tiempo para hacer lo único que merece la pena…
Aunque un solo vistazo permite imaginar más bien poco, he descubierto que en realidad hasta hoy mi vida ha transcurrido en la penumbra más intensa… intrínsecamente hablando, ha sido una vida muy alegre, pero lo cierto es que nunca he sabido lo que significa ser feliz hasta esta noche. Ser feliz no es estar pegado de uno mismo, en absoluto, ni estar tranquilo o satisfecho como lo estaba yo hasta hoy. La felicidad trae consigo no ya la paz, sino una espada; te sacude como el jugador agita los dados para lanzarlos; te deja sin habla, te nubla la vista. La felicidad es más fuerte que uno mismo y notas palpablemente cómo te pone el pie encima del cuello…
No creo exagerar al decir que jamás en mi vida te he contemplado sin pensar que te había subestimado anteriormente. Con todo hoy hay ocurrido algo fuera de lo normal: has ascendido siete cielos de una carrera.
… Me invade una gran sensación de inutilidad, es un sentimiento maravilloso que me hace cantar y bailar, aunque técnicamente con bastante poca gracia. Hasta mañana, ¡Por supuesto! Deberías sentirte inclinada a rechazarme y te ruego que lo hagas; no logro imaginar por qué no lo haces, pero supongo que tú sabes lo que haces mejor que yo…
G.K.Chesterton a su esposa Frances.
G.K.Chesterton a su esposa Frances.
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