"Scribere me aliquid et devotio iubet"

"Scribere me aliquid et devotio iubet" San Bernardo de Claraval

Ya no le temo al blanco...

"Noto mis palabras libres y a la vez con peso. El peso se lo dan los hechos por los que he pasado, aunque ya se han convertido en alas y plumas que la hacen volar, tan ligera como grave. Sólo ahora que tengo peso, sé volar" Alessandro D´Avenia.

domingo, 15 de junio de 2008

Ya puedo Amar


Esa noche no esperaba dormir, mucho menos soñar, el temor,
el vértigo por lo que se acercaba, hace un par de días la traía así.
Ánimos extraños, ganas de todo y de nada,
porque nada podía llenar el vacio que a ratos odiaba,
los peores y los mejores sentimientos pasaban por su alma
(si es que se pueden definir así, sólo por llamarle de alguna manera y denotar su diferencia),
era como una tremenda lucha,
incluso quien creía amar era ahora un desconocido,
sí, un desconocido pero que en sueños volvía a conocer,
a redescubrir,
algo los conectaba más allá de los cuerpos,
algo provocaba todo su ser,
algo le con-movía hasta el punto de identificar tal vacio,
no para olivarlo, si no enfrentarlo,
reconocerlo ,
entonces la calma no volvió,
pero el sueño terminó y hoy…
hoy ya puedo amar

domingo, 8 de junio de 2008

¿Hay un hombre que quiere la vida y desea días felices?

"Aun los apresuramientos y éxtasis de su vida tendrían entonces la rigidez de la muerte. El sol sale todas las mañanas. Yo, en cambio, no puedo decir que me levanto todas las mañanas; pero la variación no se debe tanto a mi actividad cuanto a mi inactividad. Y, para decirlo con sencillez, posible es que salga el sol todas las mañanas porque no se cansa de salir; de suerte que su rutina puede venirle, no de escasez de vida, sino de superabundancia vital. Esto puede observarse muy bien en los niños, cuando dan con algún juego que les entretiene. Un niño se pasa horas enteras saltando, y no por falta, sino por exceso de vida. Porque a los muchachos lo que les está sobrando es la vida; porque sus ánimos son libres y audaces, y por eso necesitan siempre repetir los mismos actos. Constantemente están gritando: "¡Que lo haga otra vez!" Y las personas mayores tienen que seguir insistiendo una y otra vez hasta que se mueren de cansancio. Porque las personas mayores no son bastante fuertes para regocijarse con la monotonía. Pero parece que Dios sí lo fuera. Tal vez Dios le vuelve a decir al sol todas las mañanas: "¡Que lo haga otra vez!"; y a la luna todas las noches: "¡Que lo haga otra vez!" Si todas las margaritas son semejantes, no hay por qué atribuirlo a una necesidad mecánica. Dios crea cada margarita separadamente, pero nunca se cansa de crearlas. Puede ser que Él tenga el apetito eterno de la infancia. Porque nosotros hemos pecado y envejecemos, pero nuestro Padre es más joven que nosotros". ("Ortodoxia"- Chesterton)




"Todo yo soy una pregunta a la que no sé dar respuesta"
(P. P. Pasolini)



"Él poseía una ingenuidad que le permitía mirar las cosas de nuevo, como si nadie las hubiese contemplado antes que él. Contemplaba al mundo con ojos nuevos, asombrados".
(L. Jonas)