"Para mantenerme siempre fiel a mí misma hago el siguiente voto: de hoy en adelante y durante el resto de mi vida prometo mirar siempre el mundo con asombro" Llévame contigo. David Grossman
"`¿Soñando?`La monja dio un respingo, como si se hubiera encontrado con un amigo en un lugar en el que todos le eran desconocidos. `Pero ¿realmente soñando? ¿y además recibiendo un salario? ¡Mira si estás platicando! ¿quién ha dicho que tú no sabes meldar cosas interesantes? ¿y qué sueñas? Cuenta`. Y entrechocó las rodillas como muestra de alegría. Asaf estaba muy turbado y le explicó que no es que soñara exactamente, sólo así, despierto, pensaba en todo tipo de cosas... `Pero ¿en qué cosas? ¡Esa es la cuestión!`, dijo la monja, abriendo sus rasgados ojos, en los que algo definitivamente diabólico se agitaba ahora. Su rostro expresaba una seriedad y un interés tan profundos, que Asaf, completamente confundido, se quedó mudo, porque ¿qué iba a contarle? (...) Se quedó mirándola mientras los ojos oscuros de ella seguían clavados en los labios de él esperando sus palabras, y en un instante de locura pensó en contárselo un poco, ¿por qué no?, pensó, por divertirme, porque de todos modos no va a entender nada de todo eso, miles de años luz separan mi mundo del suyo, pero la monja le dijo: `¿y ahora qué te sucede? ¿has vuelto a quedarte mudo, amigo? ¿has perdido de repente la facultad de hablar? ¡No debes silenciar lo que ya has empezado a contar!`.
Asaf Balbuceó que se trataba simplemente de una historia muy tonta. `No, no, no´, protestó la mujer batiendo palmas. `No hay historia que sea tonta. Sábete que todo lo que se cuenta llega a juntarse en algún punto a una gran verdad, aunque aparentemente nos resulte incomprensible!" Grossman.
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